COCINA Y SALUD MENTAL
Cualquier programa de habilidades para la vida diaria tiene el fin de estimular el funcionamiento de la persona y la independencia y la autonomía en estas actividades cotidianas. Cualquier intervención relacionada con procesos rehabilitadores ayuda a las personas que sufren de TMG (trastorno mental grave) a que adquieran y mantengan la destreza necesaria para tener una buena calidad de vida.
Concretamente, los talleres de cocina o el simple hecho de tener que cocinar todas las semanas en la VT (vivienda tutelada), favorece y promueve la participación de los y las usuarias en las actividades de la vida diaria que están relacionadas con el autocuidado/automantenimiento. Esto les proporciona herramientas y estrategias necesarias para conseguir autonomía personal y vivir una vida lo más normalizada posible.
Entre los objetivos que podemos encontrar en cuanto a la cocina como actividad terapéutica encontramos los siguientes:
- Adquirir la soltura necesaria para la preparación de las comidas, para la limpieza del espacio de trabajo, para la compra de alimentos necesarios y para el manejo/uso del dinero.
- Establecer una rutina en los y las usuarias.
- Aprender técnicas de cocinado que faciliten la ejecución.
- Adquirir hábitos de alimentación saludable.
- Trabajar la organización tanto doméstica como económica.
A parte de estos objetivos, cabe destacar que cocinar es una de las actividades más básicas de nuestra vida diaria. Muchas veces, nos encontramos entre las personas usuarias estilos de vida más sedentarios, que las hace más vulnerables a unos malos hábitos alimenticios. Por este motivo, los y las educadoras podemos utilizar este tipo de actividades como un taller terapéutico integrado en la rutina del día a día de los y las usuarias, creando una constancia que favorezca la consecución de los objetivos esperados.
Entonces… ¡A cocinar se ha dicho!
COLLAGE DE FOTOGRAFIAS: Platos elaborados en Viviendas Tuteladas Mentalia Salud.