Hábitos de vida cardiosaludables.
La Hipertensión Arterial es una patología crónica caracterizada por la elevación continua de las cifras presión arterial por encima de los límites establecidos. Constituye un grave problema de salud por su elevada prevalencia (afecta aproximadamente a un 25% de la población adulta mundial), por las discapacidades que provoca así como por su elevada mortalidad.
La hipertensión es uno de los principales factores de riesgo en el desarrollo de enfermedad coronaria, cerebrovascular, renal, arterial periférica, etc.
Es una de las enfermedades denominadas como “silenciosas”, puesto que suele pasar desapercibida en el paciente o con síntomas poco claros.
La hipertensión arterial es una enfermedad que “no se cura”, si no que “se controla”, por lo que el tratamiento implica cambios en el estilo de vida. Para el buen control es imprescindible una reducción del peso corporal, reducir la sal en la dieta, realizar actividad física de forma regular, moderar el consumo de alcohol y cafeína y abandonar el tabaquismo.
Por otro lado, existen una serie de factores ambientales y psicológicos que pueden condicionar nuestra salud física elevando los niveles de presión arterial. En estos casos, no es necesario recurrir a la farmacología, sino que hay una serie de estrategias para normalizar valores. Entre ellas se encuentran la musicoterapia junto con técincas de respiración que se detallan a continuación:
- Ejercicios 4-7-8: Consiste en inhalar por la nariz cuatro segundos, aguantar siete segundos y exhalar por la boca durante ocho segundos.
- Respiración equitativa (Sama-Vritti): Se trata de inhalar por la nariz cuatro segundos y exhalar por la boca otros cuatro.
- Ejercicios de respiración 30 segundos: Se realizan seis respiraciones completas de una duración de 5 segundos cada una de ellas.
- Respiración diagramática.
Por tanto, los profesionales de la Salud aconsejamos a la población general promover de su salud manteniendo unos hábitos de vida cardiosaludables.