La terapia acuática, hidroterapia y sus beneficios para la salud.
Las propiedades del agua la convierten en un medio ideal para tratamientos y prevención de muchas enfermedades
El agua cuenta con unas propiedades que la convierten en un importante agente terapéutico. No solo en aspectos de higiene. El agua es también un elemento muy eficaz para las terapias de rehabilitación.
La hidroterapia es el tratamiento basado en la aplicación de agua en el cuerpo, con diferente temperatura y la presión. Los baños de remolino, las duchas bitérmicas y los chorros de presión son algunos de los tipos de terapias acuáticas.
Este tipo de terapia toca diferentes aspectos que afectan tanto a la fisiología como psicología. Las terapias en agua están relacionadas con el aparato músculo-esquelético de forma directa, pero también favorecen efectos relajantes y tonificantes. Y si se realizan en agua de mar, tienen también efectos químicos. Por esta razón, la hidroterapia puede ayudarnos a tratar y prevenir muchas patologías y a mejorar nuestra salud.
Las intervenciones de hidroterapia están pensadas para mantener o mejorar la función corporal, el equilibrio, coordinación y agilidad, así como la capacidad aeróbica, la locomoción y la mecánica del cuerpo y la estabilización postural. Además, este tipo de terapia también se puede usar para la fuerza, potencia, y resistencia muscular combinada con otras terapias manuales, estrategias de respiración, modalidades electroterapia, ejercicios terapéuticos, y el entrenamiento funcional.
Propiedades del agua
El agua es un medio ideal para la rehabilitación debido a sus propiedades físicas: flotación, viscosidad y las presiones hidrostáticas e hidrodinámicas.
La flotación hace disminuir en un 90% el efecto de la gravedad. En otras palabras, la fuerza de flotación del agua disminuye el peso del cuerpo en relación al grado de inmersión. Esto permite a la persona controlar las fuerzas de compresión sobre las articulaciones solamente con variar el grado de inmersión.
La viscosidad, se origina por el roce de los líquidos, y es la propiedad que hace posible fortalecer los músculos en una postura funcional/erguida, sobre todo dentro de la zona del tronco. El hecho de realizar ejercicios como andar y correr utilizando la resistencia del agua mejora la funcionalidad porque el cuerpo se estabiliza a sí mismo contra esa resistencia.
Por último, la presión hidrostática provoca un mayor retorno venoso.
Beneficios de la hidroterapia
Según explica un estudio del doctor Luís Sánchez Navas, jefe de Traumatología de Quirónsalud Alicante, entre los beneficios de la terapia acuática se cuenta la capacidad para producir una disminución de las contracturas musculares, el alivio de lumbalgias y tendinitis, la acción sedante y analgésica, y la relajación física y psíquica, que puede ayudar a reducir el estrés y los estados de ansiedad.
El agua también proporciona resistencia para el entrenamiento de fuerza, mejora la relajación muscular, aumenta la circulación y disminuye la sensibilidad al dolor por la acción del agua caliente y la flotabilidad.