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DEPORTE Y SALUD

HACER EJERCICIO

“Durante la realización de ejercicio físico se liberan hormonas que provocan una sensación de bienestar, además mejora la condición física y ayuda a conciliar el sueño ya que estás más cansado”.

Esto es uno de las cosas que destacamos en el decálogo de la Salud Mental que hemos elaborado en el centro después de una semana intensa reflexionando sobre Salud Mental. (puedes leer el decálogo en su totalidad al final de este artículo).

El jueves 13 invitamos al equipo de fútbol de Ardanaz Futsal y jugamos un amistoso contra ellos.

Fue una tarde en la que nos beneficiamos de hacer deporte y disfrutamos practicándolo. Lo pasamos muy bien. Sin duda alguna el disfrute nos trajo momentos para socializar e inclusive hacer nuevos amigos y amigas. El espíritu de compañerismo surgió y estuvimos muy involucrados e involucradas en el partido.

Los beneficios físicos son indiscutibles: la respiración, control de la ansiedad y el estrés,un corazón más sano, mejor animo,…

En esté caso además y con el equipo de fútbol visitante, la risa estuvo asegurada.

¡Muchas gracias equipo!

 

 

DECÁLOGO DE LA SALUD MENTAL

  1. Mantener una rutina diaria saludable. Para ello es importante tener una rutina de sueño, de alimentación y de higiene. Lo primordial es dormir una media de 8 horas diarias y en el horario adecuado, intentando no trasnochar ni levantarse a altas horas de la mañana. Además, es necesario mantener una alimentación saludable, evitando comer ultra-procesados, dulces y grasas, así como bebidas energéticas que influyen en el ritmo de sueño. También es importante mantener una rutina diaria de higiene, ya que asearse y arreglarse influye positivamente en la autoestima y en la imagen que proyectamos a los demás.
  2. Hacer ejercicio físico. Durante la realización de ejercicio físico se liberan hormonas que provocan una sensación de bienestar, además mejora la condición física y ayuda a conciliar el sueño ya que estás más cansado.
  3. Tener ocupaciones que estructuren el día a día. Ya sea trabajo, voluntariado, deporte, trabajo doméstico, etc. que nos permitan aportar algo a la comunidad y hagan sentirnos productivos.
  4. Tener una actitud positiva ante los problemas. Intentar ver el vaso siempre medio lleno, en vez de medio vacío. Siempre podemos sacar un aprendizaje de algún acontecimiento triste o traumático de nuestra vida, que nos permitan ser resilientes, y hacernos fuertes.
  5. Tener hobbies y aficiones saludables. Realiza actividades que tengan significado para nosotros y que nos hagan sentir bien al llevarlas a cabo. Todo ellos nos permite estar alejado y distraído de las preocupaciones, y centrados en algo que nos hace feliz.
  6. Saber decir “NO”. Ser capaz de comunicar cuando no estás de acuerdo con algo o alguien, ser capaz de decirlo de forma asertiva.
  7. Relaciónate con personas que te hagan sentir bien. Es muy importante mantener relaciones sociales, pero es más importante todavía que estas relaciones sean sanas y que aporten bienestar. Para ello es importante que las personas que te rodean te hagan sentir cómodo, te escuchen, no te juzguen ni a ti ni a tus actos y te acepten como eres.
  8. No anticiparse ante situaciones que todavía no han pasado. Vivir el presente y disfrutarlo al máximo. Centrarse en dar el máximo de ti mismo en el momento actual. No darle vueltas al futuro, normalmente nos anticipamos pensando en lo negativo que puede pasar, lo que hace que le dediquemos demasiado tiempo y esfuerzo en pensar algo que no sabemos con certeza que va a pasar, y eso agota.
  9. Establecer tus prioridades. Es vital ordenar tu tiempo y tus esfuerzos en función de lo que de verdad necesitas cambiar, mejorar o mantener ahora y dejar para otro momento lo que tiene menos importancia para ti y para tu bienestar. Dedicar esfuerzo a algo no necesario agota física y mentalmente.
  10. Por último y no por ello menos importante, pide ayuda si lo necesitas. Pedir ayuda no significa que eres más débil, al revés, es una fortaleza ya que es admitir que algo no funciona como nos gustaría y es el paso más importante para recuperarte. Puedes pedir ayuda a tus conocidos, familiares, amigos o a profesionales. Todos querrán que estés mejor.

 

 

 

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