HOY SE VA CARMEN…
Hoy se va Carmen cargada de ilusiones por la nueva vida que emprende, llena de proyectos y de esperanzas, y sobre todo con nuevas herramientas para enfrentarse a la vida.
Hoy la decimos adiós con lágrimas en los ojos y es que, sus palabras de despedida y su cariñoso abrazo nos conmueve, pero también nos refuerza, nos reconforta y nos llena de energía. Nos está demostrando la gran importancia que tiene nuestro trabajo. Hoy, una vez más, sabemos que nuestros esfuerzos y nuestros desvelos merecen la pena.
Carmen no quiere irse sin que sepamos que el tiempo que ha permanecido en Mentalia Arévalo le ha servido para evolucionar como persona, que ella no era consciente, pero que necesitaba hacer un parón en su vida; parar, recapacitar y reconducirse. Y que si realmente ha conseguido recuperarse, ha sido en gran parte por todos nosotros.
¨Os quiero dar las gracias porque en estos meses, todos los profesionales me habéis ayudado. Inventándome a seguir a delante con las actividades, apoyándome en el trabajo de la lavandería, y acompañándome en mi proceso… Ésta gran familia, que me ha demostrado la gran calidad de personas que sois, que cada día os dejáis el alma para ayudarnos…
Habéis hecho que crezca como persona, que florezcan todas mis virtudes y que tenga ganas e ilusión por la vida. He aprendido en éste tiempo, cuales son los valores reales de la vida, he aprendido a conocerme y a respetarme, y a respetar a los demás, a valorar a cada una de las personas por como son, a tener paciencia… y me voy cargada de herramientas para enfrentarme a mi nueva vida y cargada de objetivos, y de ánimo… de mucho ánimo.
Sabéis que vine con una gran depresión, sin ilusiones, decepcionada y totalmente perdida en la vida, y me voy con el alma llena de sueños, hacia una vida cargada de proyectos nuevos.
Y siento de corazón, y os lo agradezco de verdad, que todo esto es gracias a vosotros, que todo lo que habéis trabajado conmigo me ha hecho evolucionar a la mujer que soy hoy.
Sois un equipo blanco, por fuera por los uniformes… pero sobre todo, blancos por dentro; llenos de valores, de empatia, de paciencia y de comprensión, que os involucráis con nosotros al máximo para sacar lo mejor de cada uno, sin desfallecer.
Entre todos hemos hecho que me dé cuenta de que me queda una gran vida por delante, de que soy importante, y que valgo mucho…
¡Y claro que ha habido días malos… y duros! pero la profesionalidad que me habéis demostrado, la delicadeza con la que me habéis tratado y el cariño que siempre me habéis demostrado, me han hecho recapacitar mucho… Y cuando hubo un mal día, no me abandonasteis, tratasteis de comprenderme, de dejarme mi espacio para recapacitar y recomponerme. Y tuvisteis paciencia, y me apoyasteis cuando estaba frustrada, y me animasteis… ¡porque me queréis!
Quiero que sepáis que ya no estoy enfadada, que ya no estoy perdida… ¡Ahora estoy reconstruida! Ahora soy una mejor persona. Y es porque habéis sembrado en mí la semilla de la alegría y de la esperanza.
¡Os quiero!
Carmen,