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CAMINANDO HACIA LA SOSTENIBILIDAD: UN CONSUMO MÁS CONSCIENTE.

Actualmente, nos encontramos inmsersos en una situación de crisis de recursos, energética y ambiental, con unas consecuencias que ya estamos notando en nuestras vidas: el encarecimiento de los recursos energéticos, escasez de materias primas, desigualdades sociales, grandes niveles de contaminación, sequías, fenómenos meteorológicos extremos…

Por ello debemos utilizar los recursos de una forma responsable, eficiente y de manera respetuosa con el medio ambiente, con la sociedad y con nuestra salud. En los últimos años se están desarrollando formas alternativas de consumo y de relación con nuestro planeta para reducir esas consecuencias adversas haciendo una gestión de los recursos más sostenible.

Una de estas formas es lo que se conoce el consumo consciente. El consumo consciente es la elección de productos y servicios no solo en base a su calidad y precio, sino por su impacto ambiental y social, y la conducta de las empresas que lo elaboran. Ello requiere que nos tomemos un tiempo para buscar información sobre los productos que consumimos y las formas y condiciones de producción de las empresas, y para replantearnos nuestra forma de consumo.

En esta fase previa debemos buscar información sobre la producción de algunos bienes como los materiales utilizados, las consecuencias que se producen en el entorno, las condiciones laborales de los trabajadores y cómo nos afecta todo ello a nuestra propia salud.

Lo primero que debemos hacer es tomarnos un tiempo para replantearnos nuestras necesidades reales ¿realmente lo necesito? De esta manera podemos priorizar nuestras necesidades y reducir el consumo de cosas que no necesitamos.

Pero ¿y qué podemos hacer nosotrxs en nuestro día a día? Nosotrxs también podemos reducir el impacto ambiental y social cambiando algunos hábitos para poder mejorar la gestión de nuestros recursos.  Os proponemos algunas claves para incorporar estos hábitos a nuestras vidas.

· REDUCIR:

  • Evita compras compulsivas que no necesitas y acabarán en la basura o en el fondo de un cajón. Compra solo si es necesario, comprar no aporta felicidad o satisfacción.
  • Optimiza el gasto energético haciendo un uso más eficiente de la energía de nuestros electrodomésticos haciendo pequeños cambios en nuestras rutinas para disminuir el gasto energético en la calefacción o refrigeración.
  • Cambia hábitos diarios como realizar una ducha en vez de tomarnos un baño, cerrar el grifo del agua mientras nos cepillamos los dientes, o evitando productos de usar y tirar y sustituyéndolos por otros reutilizables.
  • Utiliza el transporte público siempre que sea posible, compartiendo el transporte podremos reducir el gasto de combustible.

· CONSUMIR SIN COMPRAR: OTRAS ALTERNATIVAS

  • Intercambia productos de segunda mano como ropa, muebles, aparatos tecnológicos…
  • Utiliza materiales desechados para transformarlos en objetos útiles. Además es una forma de desarrollar nuestra creatividad mientras reducimos el gasto de nuevos materiales.
  • Siempre que sea posible, se preferirá reparar a comprar algo nuevo y arreglar antes de tirar. De esa manera, se evitará potenciar el gasto energético y contaminante que conlleva un producto nuevo. Pintar, restaurar, tapizar, una buena limpieza son algunas opciones para darles una nueva vida que además permiten desarrollar nuestra creatividad y psicomotricidad en actividades de restauración, costura, carpintería, manualidades.

· COMPRA CON CRITERIO: OPCIONES MÁS SOSTENIBLES 

  • Adquiere bienes reutilizables, con bajo impacto ambiental y elige empresas que aseguren unas condiciones dignas a sus trabajadores y con una relación respetuosa con el medio.  Elegir los productos y servicios de empresas comprometidas con la sostenibilidad y el derecho de los trabajadores es una actitud y una forma de consumo más responsable y sostenible.
  • Compra en comercios de cercanía y productos de temporada. El transporte de mercancías es uno de los sectores con mayor uso de combustibles y con mayores consecuencias contaminantes para el medio. Además es una forma de apoyar a los productores locales y evita el impacto económico y medioambiental del transporte.
  • Si es posible, elige fuentes de energía renovable. Cada vez hay más opciones disponibles que permiten evitar residuos dañinos para apostar por una energía limpia y más sostenible.

¿Y cuándo lo tenemos que tirar a la basura?

Cuando vayamos a tirar los residuos podemos clasificar los desechos utilizando correctamente los diferentes contenedores de reciclaje. Así podremos facilitar la economía circular y reducir la contaminación y la basura generada.

Adquiriendo algunos de estos hábitos podemos ayudar a reducir el impacto ambiental y social haciendo un mundo más sostenible y con un mayor bienestar.

Entre todxs debemos cuidar de nuestro planeta, nuestra sociedad y nuestra salud.

¿Y tú? ¿Ya has incorporado alguno de estos hábitos? ¿Cuáles son tus trucos para reducir el impacto ambiental y social del consumo?

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