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LOS SÍNTOMAS NEGATIVOS DENTRO DEL TRASTORNO MENTAL GRAVE (TMG)

Los síntomas negativos se denominan de este modo, porque la persona pierde una serie de facultades o le resulta muy difícil hacer cosas que a los demás nos parecen sencillas.

Los síntomas más frecuentes son:

  • Alteraciones del afecto: se trata de una dificultad especial para transmitir sentimientos, de forma que las personas que lo padecen, se vuelven poco expresivos. En ocasiones no miran a la cara cuando hablan o no cambian de expresión cuando cuentan una cosa agradable o desagradable, su tono de voz puede ser monótono, las manos poco expresivas cuando hablan y, en general, cambia la vivacidad de la mirada.
  • Empobrecimiento del pensamiento: muchas personas con TMG, refieren que les cuesta “pensar”, hablan poco y las respuestas tienden a ser breves y concretas. A veces hablan más, pero lo que dicen puede ser siempre lo mismo precisamente por la falta de ideas. En otros casos, prácticamente no hablan o contestan con monosílabos.
  • Falta de energía: suele manifestarse en la conducta. Están siempre cansados. Cualquier cosa que tengan que emprender, suele ser una tarea dificilísima. Es uno de los síntomas que más crea en el entorno social de la persona porque suele confundirse con falta de interés o mala voluntad. Las personas que padecen este síntoma, se sienten incapaces de levantarse de la cama por la mañana, les falta impulso para hacer las tareas más simples y además, pierden el cuidado en otras áreas de vida diaria, como puede ser el aseo o el arreglo personal. Es cierto que la medicación puede dar sueño y dificultades para levantarse por la mañana, pero la falta de energía y motivación, es un síntoma de la enfermedad que está producido por la falta de estimulación de algunas áreas del cerebro.
  • Dificultades para disfrutar (anhedonia): pierden la capacidad de sentir placer y, por lo tanto, pierden la ilusión y el interés por lo que les rodea. Esto se nota en que no disfrutan en actividades que normalmente consideramos placenteras. No tienen intereses, ni hobbies, o si los tienen, son muy limitados (ej. la persona pasa todo el día con los cascos escuchando música o frente a la televisión, independientemente el programa).
  • Dificultades en la atención: tienen disminuida la capacidad para mantener la atención y, por lo tanto, les resulta muy difícil concentrarse en alguna tarea. Por eso, se vuelven extremadamente difíciles algunas tareas, aparentemente elementales. Las dificultades de atención son las que explican que, muchas de estas personas, no puedan seguir estudiando a pesar de su inteligencia o que no puedan mantener el interés en una actividad durante mucho tiempo a pesar de que hagan esfuerzos.
  • Dificultades para relacionarse (asociabilidad): estas personas dejan de salir con amigos, tienden al aislamiento, hablan poco y apenas se comunican. Puede decirse que pierden la habilidad de relacionarse socialmente.
  • Enlentecimiento: puede afectar a la velocidad con la que hacen las cosas (tardan más en levantarse, vestirse, poner la mesa, etc.) o a las ideas (tardan más en responder cuando se les pregunta, les cuesta pensar).

Una de las consecuencias de este grupo de síntomas es el conflicto en las relaciones interpersonales. Cuando hay síntomas positivos como alucinaciones, las personas que rodean a la persona que lo padece, se muestran muy preocupadas y es evidente que se trata de este grupo de trastornos. Pero cuando aparecen síntomas por pérdida de capacidades, la situación no se comprende tanto porque no es tan evidente. Entonces surge la preocupación y los comentarios “cargados” de estigma que en tantas ocasiones hemos oído alguna vez: “es que no pone de su parte”, “no hace nada”, “es un vago”, “es un desconsiderado”, “es un egoísta”, “nadie le importa”.

El problema es que muchas personas diagnosticadas con algún trastorno de este tipo, debutan con estos síntomas y los síntomas psicóticos aparecen mucho después. Los síntomas por pérdida de capacidad o negativos, son tan confusos que, a pesar de que suelen aparecer primero, la persona que lo padece y sus familiares consultan a un profesional cuando aparecen los síntomas psicóticos, que son los que dan la voz de alarma.

Lo más frecuente es, que el tratamiento con medicación controle los síntomas psicóticos y persistan los demás.

Por todo lo mencionado, es tan importante dar voz y conoce esta sintomatología que afecta a la gran mayoría de personas con un TMG para poder comprender y empatizar más con su día a día

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