Hoy comemos cocido.
El origen del cocido madrileño es incierto, pero son muchos los historiadores gastronómicos los que apuntan a la olla podrida manchega, cocinada con habas, como origen de esta receta. Habría que remontarse entonces al siglo XVII, cuando esta receta era conocida por su abundancia y diversidad de ingredientes.
En esa época a los cocidos se les llamaba ollas por el recipiente donde se cocinaban. La primera receta de olla podrida data de 1607, aparece en el “Libro del arte de cozina” y en ese siglo era una receta muy expandida por todo el territorio nacional con diferentes variantes según la región donde se encontrase.
En la historia del cocido madrileño esta receta se ha considerado como un plato humilde presente en las casas de los madrileños todos los días excepto los viernes de vigilia. Pero en el siglo XVIII las clases más acomodadas empiezan a incluir una receta mucho más exacta y consistía en hervir cien gramos de garbanzos, a los que se agregaba unos sesenta gramos de tocino de cerdo, un cuarto de kilo de vaca y alguna verdura estacional.