ALIMENTACIÓN Y SALUD MENTAL
Existe una creciente evidencia de un vínculo entre una dieta pobre y el empeoramiento de los trastornos del estado de ánimo, incluida la ansiedad y la depresión. Sin embargo, muchas pruebas comunes sobre los efectos de ciertos alimentos sobre la salud no están respaldadas por evidencia sólida”. La dieta influye significativamente en la salud mental y el bienestar, sin embargo advierte que la evidencia de muchas dietas es relativamente débil.
Los investigadores hallaron que existen algunas áreas donde este vínculo entre la dieta y la salud mental está firmemente establecido, como la capacidad de una dieta alta en grasas y baja en carbohidratos -una dieta cetogénica– para ayudar a los niños con enfermedades como la epilepsia o para compensar el efecto de la deficiencia de vitamina B12 en los trastornos de fatiga, mala memoria o depresión. También encontraron una fuerte evidencia de los beneficios que una dieta mediterránea, rica en verduras y aceite de oliva pueden tener sobre la salud mental, como brindar cierta protección contra la depresión y la ansiedad.
Sin embargo los investigadores advierten que para muchos alimentos o suplementos, la evidencia no es concluyente, como por ejemplo con el uso de suplementos de vitamina D, o con alimentos que se cree que están asociados con el TDAH o el autismo. Dickson afirma al respeto que:”con condiciones individuales, a menudo encontramos pruebas muy variadas”. “Con el TDAH, por ejemplo, podemos comprobar que un aumento en la cantidad de azúcar refinada en la dieta que parece aumentar la hiperactividad, mientras que comer más frutas y verduras frescas parece proteger contra estos síntomas. Pero hay relativamente pocos estudios, y muchos de ellos no duran lo suficiente como para mostrar efectos a largo plazo”, añade.
Si bien ciertos alimentos pueden estar asociados con una afección de salud mental, esto nos dice poco sobre por qué el alimento causa este efecto” prosigue la investigadora, quien defiende que existe una creencia general de que los consejos dietéticos para la salud mental se basan en evidencia científica sólida, pero que en realidad, es muy difícil demostrar que las dietas específicas o los componentes dietéticos específicos contribuyen a la salud mental y hace incapié en que “la necesidad de vincular los efectos sobre la salud mental con causas dietéticas demostrables debe ser el foco principal de futuras investigaciones en psiquiatría nutricional”.
La psiquiatría nutricional es un nuevo campo, y el mensaje del estudio es que los efectos de la dieta en la salud mental son reales, pero que debemos tener cuidado al llegar a conclusiones sobre una base de evidencia provisional. De hecho sus autores hacen notable incapié en que es necesaria mucha más investigación sobre los efectos a largo plazo de las dietas cotidianas.