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Actividades placenteras

Las actividades placenteras más comúnmente conocidas como ocio o Hobbies son aquellas actividades que como su nombre lo indica nos dan placer cuando las realizamos, estas se ejecutan con el firme propósito de generar distracción, disfrute y conseguir con ello un estado emocional de alegría, tranquilidad, relajación e incluso motivación.

En el gran bagaje de actividades por realizar, hay algunas que a unos puede causar placer y a otros quizá no les cause tanta gracia, o simplemente no es algo que genere esa sensación de disfrute; si nos detenemos a pensar la última actividad placentera que realizamos nos daremos cuenta de la sensación de gozo, alegría y satisfacción que tuvimos, sin embargo no todos están dispuestos a darse la oportunidad de realizar una actividad de este tipo, bajo el concepto errado de creer que no pueden, o no sienten que sean buenos para realizar algo;  muchas veces estas ideas equivocas están atadas a la creencia de que esto lo provoca el padecimiento de un trastorno mental, encontrándonos nuevamente con las raíces del estigma sobre la enfermedad mental pero desde el plano personal.

El estigma como resultado de los estereotipos, prejuicios y conductas discriminatorias que lo componen, opera en tres niveles: el estigma estructural que atañe a las instituciones públicas, privadas y cuerpos de ley, el estigma social que corresponde al entramado social de la población en general y el estigma personal o mejor conocido como autoestigma que es donde nos detendremos un momento.

El auto estigma “aparece por la existencia del estigma estructural y social, puesto que la persona que tiene un trastorno mental pertenece a la misma sociedad que estigmatiza a las personas con problemas de salud mental y desarrolla los mismo estereotipos y prejuicios” (Equipo de la Cátedra UCM-Grupo 5 Contra el Estigma, 2020). El autoestigma se caracteriza sobre todo por la presencia de sentimientos negativos sobre uno mismo inculcados en el contexto socio cultural, basados en creencias erróneas sobre lo que es tener un trastorno mental, creencias que nos han transmitido socialmente, que las damos por ciertas y que las reforzamos con nuestros comportamientos.

Pasemos a detallar un poco como se construye el autoestigma desde los componentes cognitivos, emocionales y conductuales:

Las experiencias de discriminación suelen provenir del entorno social más próximo (pareja/familia/amistades) y la aceptación de estas creencias estereotipadas por parte de la persona con trastorno mental, son un indicador importante del posible autoestigma que sufra la persona y las expectativas de recuperación.

Dentro del proceso de rehabilitación psicosocial, el ocio y las actividades placenteras forman un papel fundamental en la consecución de los objetivos de la rehabilitación comunitaria, ya que implican componentes importantes en el funcionamiento social y autonomía personal; es decir que a mayor autoestigma, menor son las expectativas de recuperación, de funcionamiento social adecuado y autonomía personal. Por lo tanto, la participación en las actividades placenteras y/o de ocio, no son solamente actividades de relleno o simple distracción, ayudan a las personas con trastornos mentales a mejorar su autoestima, contribuyen de forma objetiva y subjetiva a sentirse útiles, autónomos, capaces y sobre todo a disfrutar de aquello que les gusta, generando motivación con su proceso de rehabilitación y mejorando a la vez su calidad de vida; a medida que la persona ejecute más actividades placenteras aumentará su confianza y seguridad en sí mismo, demostrándose que posee capacidades y derribando así los estereotipos y prejuicios sobre la enfermedad mental en sí mismo.

Los estudios actuales como diferentes revisiones sistemáticas y meta-análisis, han concluido que es posible afirmar que el autoestigma tiene importantes relaciones con las variables psicosociales como el autoestima, la calidad de vida y el funcionamiento social, y en relación con las variables clínicas se ha demostrado que los casos más graves tienen una tendencia a presentar un mayor autoestigma.

En la actualidad contamos con  una serie de programas bien definidos para trabajar de forma individual y grupal el autoestigma en la enfermedad mental, se ha demostrado que es necesario combinar múltiples acciones como la psicoeducación, las estrategias cognitivas y narrativas, la toma de decisiones y que estas sumadas a las actividades placenteras y/o de ocio muestran  gran eficacia en la reducción del autoestigma.

Es importante saber que no hay actividades mejores que otras en un trastorno mental, lo importante es  estas se ajusten a la necesidad de cada persona y su contexto, pero por sobre todo que estas actividades sean de su agrado y satisfacción; todos somos buenos en algo, solo es cuestión de buscarlo, ponerlo en práctica y disfrutarlo, de seguro nos llevaremos una gran sorpresa al darnos cuenta de lo capaces que somos y de cuantas cosas podemos lograr, no dejemos que las creencias erróneas limiten nuestras acciones, pues no nos damos cuenta de lo capaces que somos hasta que lo hacemos; entonces ¡A por ello!.

Bibliografía:

Equipo de la Cátedra UCM-Grupo 5 Contra el Estigma. (2020). Guía de Buenas Prácticas contra el Estigma. Madrid: Reproexpres.

 

 

 

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