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Esquizofrenia: hoy en día es muy razonable hablar de recuperación

Unas 400.000 personas están diagnosticadas de esquizofrenia en España, una enfermedad mental que afecta en torno al 1% de la población adulta de Europa y Estados Unidos.

Las causas de la esquizofrenia todavía se desconocen, pero se barajan tres tipos de riesgos: biológico, psicológico-relacional y ambiental.

Expertos de Mentalia Salud advierten de la importancia que tiene la rehabilitación psicosocial para la recuperación y de la necesidad de romper estigmas y el pesimismo que se asocia al emitir o recibir el diagnóstico.

Hoy 16 de agosto es el Día Internacional de la Esquizofrenia, una enfermedad mental que afecta aproximadamente al 1% de la población adulta de Europa y Estados Unidos, lo que se traduce en 4,4 millones de pacientes diagnosticados, de los que 400.000 en España. “Lo que hoy llamamos esquizofrenia es un conjunto de cuadros clínicos que tienen en común cierto grado de deterioro sostenido de la conducta, de la funcionalidad, de la capacidad de comunicarse y de la calidad de las relaciones sociales”, explica Ricardo Guinea, director médico de Mentalia Salud, compañía especialista en la atención a personas con enfermedades de salud mental.

Algunos de los síntomas de la enfermedad son las alteraciones de la conducta, en forma de tendencia al aislamiento o dificultades para la relación social, y las alteraciones del pensamiento o de la percepción, pero pueden pasar desapercibidos porque las personas afectadas no suelen hablar de ellas con nadie al tenerlas normalizadas.

Las causas de la esquizofrenia aún son desconocidas en buena medida. Se ha especulado e investigado extensamente en tres tipos de causas posibles: las de tipo biológico, de tipo psicológico-relacional, o de tipo ambiental. “Hoy existe un importante consenso respecto de que la crianza tiene un papel en el desarrollo de la personalidad del adolescente, quizás comparable al de la genética, aunque se exprese desde un ámbito diferente. También sabemos que las experiencias vividas tienen un papel en el desarrollo de las capacidades adaptativas del adolescente. Sabemos que en la biografía de las personas con diagnóstico de esquizofrenia los eventos traumáticos aparecen de manera más frecuente que en la de las personas sanas”, apunta Ricardo Guinea.

Importancia de un diagnóstico precoz

Actualmente, la esquizofrenia se entiende como una interacción entre factores de vulnerabilidad personal y de estresores sociales. En este sentido, el director médico de Mentalia Salud apunta que “esto nos permite concebir la idea de que si podemos identificar precozmente a los adolescentes vulnerables y si logramos reducir los estresores sociales mediante medidas psicoeducativas, es posible que reduzcamos el riesgo de emergencia abrupta del brote psicótico, o reduzcamos su gravedad y su potencial traumático en caso de que aparezca”. Este modelo se está consolidando en los últimos 20 años en muchos países a través de servicios y programas específicos para adolescentes como los que se desarrollan en Mentalia Salud y que están ofreciendo resultados prometedores.

Recuperación más allá de los estigmas

En los últimos 20 años ha habido importantes avances en la compresión de la esquizofrenia y de su tratamiento. Se ha puesto de manifiesto la eficacia del apoyo psicológico y social puesto que mejoran la calidad de vida de los pacientes, y en muchos casos, les permite tener una vida autónoma, trabajar y desarrollar una vida significativa. La rehabilitación psicosocial ha de ser entendida como una estrategia de apoyo a la persona con enfermedad prolongada en el tiempo, que implica poner a disposición del paciente oportunidades de diferente naturaleza en los momentos adecuados.

“Hoy sabemos que es difícil hablar de ‘curación’ en la esquizofrenia, pero es muy razonable hablar de recuperación, entendida como la posibilidad de vivir con un nivel tolerable de síntomas, haciendo un uso adecuado de los recursos de apoyo disponibles, disfrutando de un grado importante de autodeterminación personal y logrando un lugar significativo en la sociedad”, recuerda Eduardo Rodríguez, coordinador de los centros Mentalia Montreal (Madrid), quien reclama “romper con el pesimismo que se asocia al emitir o recibir el diagnóstico”.

“En este contexto, el futuro para las personas con esquizofrenia es esperanzador. La investigación interdisciplinar y la mejora de los recursos disponibles está mejorando el pronóstico de esta enfermedad y ofrece un panorama mucho más optimista respecto del pasado a los pacientes y sus familias”, sentencian desde la dirección médica de Mentalia Salud.