Expertos de Mentalia Salud alertan acerca del incremento de conductas potencialmente suicidas en verano
- Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), durante 2022 hubo un total de 4.097 defunciones por suicidio en España, siendo los meses de junio, julio y agosto aquellos que registraron un mayor número de casos, con un total de 1.115.
- La incidencia de conductas suicidas es mayor en hombres. De los 1.115 fallecimientos registrados durante los meses de verano, 855 fueron en el sexo masculino.
- A menudo, los perfiles que desarrollan este tipo de conductas suelen ser personas ya diagnosticadas con patologías, pero, cada vez más, los intentos de suicidio no preceden de ningún tratamiento.
Expertos de Mentalia Salud, la compañía especialista en la atención a personas con enfermedades de salud mental, alertan acerca del incremento de conductas potencialmente suicidas durante el verano. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), durante 2022 hubo un total de 4.097 defunciones por suicidio, siendo los meses de junio, julio y agosto aquellos que registraron un mayor número de defunciones por mes, con un total de 1.115.
“Es complejo determinar los factores que inciden en el aumento de las conductas suicidas en verano. Existen diversos estudios que relacionan el calor con la movilización de determinados procesos neuroquímicos que provocan conductas autoagresivas, pero es cierto que no existe una justificación consensuada. A menudo los perfiles que desarrollan este tipo de conductas suelen ser personas diagnosticadas con patologías previamente, pero, cada vez más, los intentos de suicidio no preceden de ningún tratamiento”, explica Eduardo Rodríguez, coordinador de los centros Mentalia Montreal.
En cuanto a la perspectiva de género, la incidencia de esta problemática es mayor en hombres. De los 1.115 fallecimientos registrados durante los meses de verano, 855 fueron en el sexo masculino. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de suicidios por cada 100.00 habitantes es muy dispar, ésta se encuentra en 12,8 por cada 100.00 habitantes en hombres y en 4,2 por cada 100.00 habitantes en mujeres.
La detección precoz es clave
Una de las claves para prevenir conductas autolíticas es la detección precoz de algún tipo de afecto depresivo que pudiera derivar en ideas suicidas. En numerosas ocasiones, las personas con ánimo depresivo presentan dificultades para comunicar sus limitaciones. En este punto es muy importante observar su día a día, es decir, si la persona continúa realizando aspectos básicos como la alimentación, la higiene, la toma de medicación o si sigue llevando a cabo relaciones interpersonales y responsabilidades.
“Las conductas autolíticas no solo se dan en personas con ánimo bajo, hay muchas patologías, que son conductas secundarias del día a día de la persona, de ahí la importancia de observar el desarrollo personal diario del individuo.”, aclara Eduardo.
Los expertos advierten de la importancia de que, en caso de dudas acerca del estado general de una persona y ante la detección de algún tipo de riesgo potencial, se acuda a los medios sanitarios rápidamente para prevenir posibles situaciones indeseadas.
No obstante, las conductas autolíticas no siempre son fácilmente identificables: “En ocasiones hay personas que expresan deseos de muerte que no llegan a materializar con conductas suicidas. Por el contrario, hay personas que no manifiestan ningún deseo de morir y, en un primer intento, lo realizan quitándose la vida”, añade el coordinador de los centros.
Diversidad de perfiles especializados para tratar patologías muy diversas
La diversidad de patologías y perfiles de individuos que presentan conductas potencialmente suicidas demanda la necesidad de contar con equipos multidisciplinares que puedan abordar desde diversas perspectivas el plan de cuidados de cada una de las personas. “En Mentalia Salud trabajamos con equipos multidisciplinares especializados en salud mental y en el desarrollo de técnicas y estrategias para la prevención. Los perfiles profesionales que forman parte de estos equipos van desde psicólogos y psiquiatras hasta médicos, trabajadores sociales y educadores sociales. Cada uno de los equipos responsables del cuidado de un usuario, se establecen en base a las necesidades que cada uno presente y de si se trata de una situación de crisis y requiere de una intervención inmediata o si, por el contrario, se trata de una situación posterior de elaboración de riesgos y consecuencias derivadas del comportamiento.”, explica el experto.
De este modo, es recomendable que los cuidados a las personas vulnerables a tener conductas suicidas se establezcan por fases. Es importante que en una primera fase el paciente este atendido por personal sanitario (médicos, psiquiatras y psicólogos), a medida que el cuidado va avanzando, se recurre al resto de perfiles multidisciplinares para garantizar una atención biopsicosocial.
“En el tratamiento psicoeducativo, tanto a nivel grupal como individual, se trabajan las conductas autolesivas a través del conocimiento de la enfermedad, del riesgo de recaída, del reconocimiento de pródromos y la funcionalidad de la autolesión.”, concluye Eduardo Rodríguez.
La recuperación de las personas debe basarse en construir un proyecto de vida y recobrar aspectos básicos que les permitan ampliar su satisfacción vital y ayudarles a recobrar su plena autonomía, evitando así todo tipo de pensamientos indeseados.